Los valores del comunicador

vez originan actitudes y conductas positivas, que funcionan como fortalezas del comunicador.
La verdad
- Hablar con la verdad es un principio moral que todo comunicador debe seguir.
- La verdad se refleja en la consistencia que guardan las actitudes de una persona con las proposiciones que defiende ante los demás por medio de su palabra.
- Reconocer como verdadero lo que decimos contribuye a generar seguridad en nosotros y confianza en quienes nos escuchan, propiciando credibilidad en el proceso comunicativo.
- La verdad es una fuente de poder que imprime dinamismo y vitalidad a la palabra.
- Cuando alguien transmite su mensaje sin ánimo de decir la verdad, escuchamos datos sin sentir la influencia de la convicción personal; en cambio, si las ideas se expresan demostrando plena identificación con los valores que encierra, serán escuchadas con entusiasmo e influirán notablemente en los receptores.
- La verdad tiene un gran poder intelectual, porque reúne en sí misma las actitudes positivas que mueven la conciencia del comunicador.
- Es la aptitud que nos ayuda a descubrir la intención o el propósito de la acción, el espíritu ético de la comunicación.
- Todo aquel que recomiende o hable de lo que sabe que es falso, difícilmente dará a su palabra la fuerza necesaria para lograr que su mensaje sea creíble y aceptado, pues quien se miente a sí mismo también miente a los demás.
- La verdad debe practicarse siempre, pues es el valor que exige la actitud positiva más decisiva e ineludible para un comunicador, así como la mentira es el contravalor más imperdonable para él mismo.
- La verdad debe ser el fundamento de cada uno de sus actos: “Nunca habla mejor el orador que cuando parece hablar con verdad”.
El valor
- El valor es la fuerza positiva que fortalecerá nuestra actitud para realizar acciones.
- El valor desvanece las condiciones adversas y contrarresta los obstáculos cuando pensamos que no podemos hacer tal o cual cosa.
- El valor revitaliza el esfuerzo impulsa nuestras decisiones, además de que se fortalece la actitud de seguridad en nosotros mismos.
- El valor nos ayuda a sobreponernos al temor al atender nuestras responsabilidades y enfrentar situaciones que creemos importantes, pues el valor se manifiesta en la actitud firme y resuelta de alcanzar las metas a pesar de los obstáculos.
La confianza
- La confianza implica tener fe, para convencernos de que no se debe desperdiciar tiempo pensando en los obstáculos o las actitudes negativas que se puedan presentar.
- La confianza nos impide desanimarnos, pues bloquea la idea de que cuesta mucho trabajo mejorar nuestras acciones.
- La confianza fortalece el conocimiento de nosotros mismos; además, genera más fuerzas en sentido positivo y, en consecuencia, actitudes éticas.
El autodominio
- Autodominio es serenidad, es la fuerza positiva que desarrolla el control de nuestros actos. Es común que en ciertas situaciones la emotividad, el apresuramiento y otros impulsos desordenados nos impidan exponer nuestras ideas con cordura, claridad y fluidez.
- El autodominio regula las emociones que pueden bloquear o inhibir el razonamiento claro de ideas.
- El autodominio conduce a la disciplina y nos mantiene serenos, a pesar de las contrariedades que surjan, por eso se dice que no hay situaciones desesperadas, sino hombres descontrolados,3 pues la superioridad de un individuo se reconoce en la facilidad con que transforma sus actos espontáneos e impulsivos en actos voluntarios y conscientes.
- El autodominio logra la superación, pues implica actitudes de rectificación de todo procedimiento desventajoso o negativo detectado en la comunicación, de ahí que sea necesario obligarnos a pensar primero y después hablar.
La justicia
- Justicia es la fuerza que promueve la aptitud de la solidaridad Humana
- Justicia quiere decir “conciencia de la dignidad de la persona extraña”. Justicia, para un comunicador, es tener conciencia de lo que habla y hace obedeciendo a valores propios de los semejantes.
- Debe tener confianza en sí mismo y valor suficiente para realizar metas con justicia y solidaridad, ejerciendo autodominio sobre las ideas arbitrarias e impulsivas.
Contravalores y actitudes
negativas
El miedo
El miedo todo lo destruye y nada
crea; es una tendencia que nace casi siempre de suposiciones infundadas. Sin
embargo, también es útil para fortalecer nuestra voluntad.
El miedo es una sensación ligada
a fuerzas internas físicas, mentales y emocionales descontroladas, que surgen instintiva
o impulsivamente ante algo que nos parece desconocido, superior o peligroso.
El miedo desata el nerviosismo,
por lo que tratamos de convencernos de que no lo sentimos, aun cuando la mente
y ciertas manifestaciones de nuestro cuerpo están gritando lo contrario.
La timidez
Timidez es un estado de
inhibición conocido como temor o cobardía, que en muchos casos tiene su origen
en sentimientos de inseguridad o inferioridad que experimentamos en ciertas
ocasiones o con algunas personas.
La timidez puede tener causas muy
diversas, como son la importancia o idea exagerada sobre las consecuencias que
tendrá la situación de comunicación; dudas sobre el aspecto personal; la
tonalidad de la voz; la inexperiencia en ciertos asuntos; el desconocimiento de
lugares o de personas; la adquisición de nuevos papeles o mayores responsabilidades,
etc.
La timidez en la comunicación
produce graves efectos, ya que ejerce una acción directa sobre los centros
neuronales del lenguaje y hace que las personas no puedan expresar con claridad
sus ideas, e incluso que lleguen.
Excelente articulo.
ResponderEliminarLe felicito.
Saludos.